A lo largo de la vida hay momentos en que una persona puede no tener fuerzas para seguir hacia adelante o para enfrentarse a los momentos difíciles que la vida le va poniendo en su camino, ya sea en el trabajo, la familia, las relaciones sociales o el área personal. Esta situación generará inquietud y malestar en la persona, que en muchas ocasiones no entenderá qué le está sucediendo ni el por qué está sintiéndose mal.  La terapia individual es un proceso de ayuda psicológica y de acompañamiento a la persona por parte de la psicóloga, en el cual la persona llegará a identificar qué es aquello que le está sucediendo, por qué y qué hacer para realizar un cambio en su vida que le lleve a resolver el problema.   

Algunos de los temas a trabajar en terapia individual son:

• Baja autoestima (timidez, falta de habilidades sociales, problemas de comunicación, aislamiento social, inseguridad en la toma de decisiones, falta de asertividad…)
• Ansiedad (fobias, obsesiones, miedos, ataques de pánico, estrés, hipocondría…)
• Dificultad para gestionar las emociones (impulsividad, descontrol, agresividad, problemas para identificar y describir emociones, imperturbabilidad…)
• Crisis existenciales (pérdidas, rupturas, duelos, falta de sentido, desorientación vital, insatisfacción, falta de proyectos de futuro…)
• Dificultades en las relaciones personales (celos, dependencia emocional, abuso, maltrato, bullying, mobbing…)
• Cambios vitales (maternidad/paternidad, muerte de un familiar, nido vacío, jubilación, cambios propios de la vida…)
• Trastornos del estado de ánimo (tristeza, depresión, falta de motivación, insatisfacción…)

En el proceso terapéutico la persona realizará un crecimiento personal, se conocerá a sí misma y su forma de hacer las cosas, entendiendo porque se comporta de una u otra forma. Aumentará la confianza y la seguridad en sí misma, mejorando la capacidad de quererse, conectando con aquello que quiere para su vida y validándose a sí misma.